Para mi disfrute diario, se acomodaron una pareja de cernícalos bulgares en el edificio donde vivo, en el cual anidan todos los años desde el 2006, por lo que sigo disfrutando de su compañía, aunque tenemos que pagar un sucio tributo, ja,ja.
Frente a mi porche en una casa de campo que poseo en mi parcela, había un peral en el cual todas las primaveras y verano cantaba este pinzón, pudiéndolo fotografiar a placer desde el porche sin más esfuerzo, dado la longitud focal del Sky Wachert.
Y me llega el descubrimiento de mi corta carrera discopera. Una fuente cerca de Ronda, que maravilla, que cantidad de especies entraban a beber y bañarse y yo dale que te pego al disparador, por ejemplo como este piquituerto.
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